Todos queremos estar cada vez más sanos pero, muchas veces, olvidamos que la salud depende de lo que hacemos en el día a día, nuestros hábitos, nuestras costumbres. Solo pensemos por un segundo ¿Tenemos hábitos saludables?
Es probable que, al intentar responder esta pregunta, comiences a notar que, muchas de las costumbres cotidianas se nos escapan de las manos. El sueño, la luz, la alimentación, son todos factores que influyen en nuestra salud con gran relevancia.
En el artículo de hoy te diremos 8 hábitos saludables para que incorpores en tu día a día, te sientas más sano y con mayor energía para realizar tus actividades.
Nutrición
¿Has escuchado hablar de “somos lo que comemos”? Estamos compuestos por células y tejidos que se forman a partir de lo que ingerimos como alimentos. Es por esto que debemos ingerir alimentos que nos aporten buenos nutrientes con el fin de que nuestro cuerpo se encuentre completamente saludable.
Tener una alimentación sana requiere de muchos pequeños hábitos saludables, algunos de ellos son:
- Tener intervalos adecuados a nuestro cuerpo entre cada comida.
- Evitar comer con ansiedad.
- Iniciar las comidas del día con frutas.
- Priorizar alimentos naturales e integrales, evitando ingerir lo más refinado y procesado.
- Incorporar frutas, verduras y legumbres a nuestra dieta.
- Tener una dieta variada.
Agua
Además de ser lo que comemos, somos lo que bebemos. El agua de nuestro cuerpo se encuentra acumulada en las células de los tejidos y en el espacio que las rodea. De hecho, un 70% del peso de un adulto está compuesto por el agua que ingiere.
Para poder mantener el agua como uno de nuestros hábitos saludables debemos:
- Beber entre 8 a 10 vasos por día.
- Comenzar el día bebiendo agua.
- Evitar las bebidas que tienen azúcares para no retrasar el metabolismo y no dejar de absorber calcio en nuestros huesos.
Aire
¿Te ha pasado alguna vez que te sentís más sano cuando estás en un ambiente ventilado o al aire libre? Esto debería ser parte de tus hábitos saludables.
Ingerir alimentos al aire libre, abrir todas las ventanas de un lugar encerrado y evitar los productos que contaminan el aire son tres de los factores que podrían funcionar como hábitos saludables para sentirte mucho mejor.
Descanso
Aunque a veces creemos que está bien descansar por unas pocas horas para continuar con nuestras actividades, la realidad es que, si no lo hacemos, no podremos realizarlas con la misma eficacia que tendríamos si hubiéramos descansado lo necesario.
El descanso promueve, tanto la eficiencia mental, como física, ya que permite reanimar las defensas del organismo.
Pero ¿Cómo transformar el descanso en uno de nuestros hábitos saludables?
- Programá patrones regulares de sueño.
- Intentá no tener el estómago lleno cuando vayas a dormir.
- Evitá las bebidas energéticas para no perder la relajación a la hora del descanso.
- No uses dispositivos electrónicos antes de dormir.
Ejercicio
La actividad física es una manera de hacer funcionar nuestra energía. No es necesario realizar actividad física de alto rendimiento, simplemente mover nuestro cuerpo.
Los estudios demuestran que el ejercicio físico funciona como una terapia para muchas personas ¡Intentalo!
Estas son algunas orientaciones para que el ejercicio físico sea un hábito saludable:
- Desarrollá un plan de actividad física, pero siempre consultá a un médico antes de comenzar. Se deben tener en cuenta aspectos como; la frecuencia, la intensidad, el tiempo y el tipo de actividad física.
- Hacerlo diariamente, por lo menos 30 a 60 minutos cada día. Hay también estudios recientes que dicen que tres sesiones de 10 minutos proporcionan los mismos beneficios que una sesión de media hora.
Sol
Los efectos de la luz solar son como los del aire puro, sentimos que nos da energía. Cuando estos dos hábitos saludables se combinan son potenciados.
Para lograrlo, tomá por lo menos 15 a 20 minutos de sol por día en los brazos y piernas, sin uso de protector solar. Para aquellos que tienen más sensibilidad en la piel, se recomienda tomar sol antes de las 10 de la mañana y después de las 16 horas.
Temperancia
La temperancia es el uso moderado de todo lo que le hace bien a nuestro cuerpo y la supresión de aquello que resulta perjudicial.
Analizá si estás cuidando tu cuerpo con equilibrio, y si tenés que tomar decisiones al respecto no lo dejes para mañana.
Espiritualidad
Este suele ser uno de los hábitos saludables más descuidados o desconocidos como tal, pero forma parte del cuidado integral de nuestra persona. Somos seres físicos, mentales, sociales y espirituales. Cuando nos vemos afectados en un área, nos repercute en todas.
La espiritualidad nos ayuda a ver el pasado con gratitud, el presente con satisfacción y el futuro con esperanza; independientemente de cuáles sean las circunstancias que nos toquen. Al mismo tiempo incorporar esta dimensión en la vida, impacta en forma positiva con la salud en general; como han comprobado diversos estudios científicos.
¿Cómo fortalecer el espíritu en la vida cotidiana?
- -Contemplar la naturaleza
- -Ejercitar al amor a Dios y al prójimo como a uno mismo
- -Lecturas que nutran y alimenten el espíritu
- -Desarrollar herramientas de autoprotección: límites, renunciamiento, pedir perdón, saber perdonar, ofrecer ayuda, poner al prójimo en el centro, dar y recibir.
- -Cultivar la confianza y la esperanza basadas en un sentido trascendente de la vida
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